Cuando te acostumbran a que sólo tú puedes ganar.
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Iniciamos el 2023 con este artículo.
Sin importar la época que se viva; es un hecho que toda institución y familia desea que sus hijos sean felices; sólo que es triste darse cuenta al paso del tiempo que no lo lograste y que podías haber hecho algo al respecto.
Siempre se toca el tema de la sobreprotección porque son muchos los casos que se presentan cada ciclo y en consulta, pero ahora se tocará el tema de la excesiva permisividad, representada por el niño o adolescente.
Visitando un parque pude ver cómo tres niños jugaban intentando meter un gol en una portería, pero era enorme la diferencia de dominio sobre la pelota entre ellos, ya que el mayor tendría unos 8 años y los dos menores eran aproximadamente de 5 ó 6 años.
Aunque son pocos años de diferencia, a esta edad cuenta muchísimo un año de diferencia y con mayor razón dos o tres años menores y esto se debe a la falta de madurez de los más pequeños.
Lo anterior me lo confirmó el hecho de que nunca lograron meter la pelota los pequeños, sólo perseguían al mayor y sin lograr quitarle la pelota, pero resulta que en determinado momento se le escapó la pelota al mayor y pudo patear la bola uno de los menores y meter gol.
Fue increíble ver cómo el mayor NO aceptó el gol y dijo “Yo ya no juego” esta reacción obedece a que NO le gusta perder, otro hubiera
seguido con el juego, sin importarle el único gol de los más chicos, pero cuidado cuando te acostumbran a que sólo tú puedes ganar y sobresalir y no aceptar el éxito de otros.
Fue un gusto ver cómo reaccionó uno de los más chicos al contestarle “bueno pues no importa” como respuesta al de su amigo mayor que había terminado el juego diciendo “yo ya no juego”, es ahí donde se nota la diferencia en la crianza, ya que el niño menor denotó mayor grado de madurez que el mayor de los tres.
Profra. Lic. Migdalia Sierra de López