La única manera de asegurar que tu hijo no tendrá problemas para adaptarse al ingresar a primaria  es; marcarle límites desde la edad preescolar.

Es importante establecer límites en casa desde pequeños, para cuando asista por primera vez a kínder o primaria no tenga problema al convivir con sus compañeros o los problemas lo seguirán en su larga vida estudiantil. Hace varias décadas en los colegios sólo se instruía y en casa se educaba.  Es en el hogar donde inicia la disciplina pero ahora se pide que al niño se le den clases de valores, endosando tristemente la responsabilidad a la escuela; el problema radica en el escaso 20% del día que permanece en clase contra el 80% que se encuentra en casa por lo tanto tienen una excelente oportunidad en casa.
 
CASO.- La niña de 4 años 7 meses dando golpes y patadas a quien se le acercara (incluyendo a su mamá) y gritando como si la golpearan.  Motivo…  No se le compró lo que ella pedía a gritos.  La mamá, toda apenada no sabía qué hacer y preguntaba (a punto de subirse al auto) si debería regresar a comprar lo que la niña quería, pues no soportaba verla llorar y “sufrir” así.
 
En otro momento más adecuado se le explicó a la mamá lo que ella como madre debería hacer.
Los niños con autoridad CERO en casa; presentan CERO autorregulación, dentro y fuera y difícilmente sabrán conducirse  y el problema siguiente será con la autoridad escolar.
 
Cómo identificar al niño de CERO disciplina:
*él manda,  (él da las órdenes) a pesar de su corta edad.
*manipula por medio del llanto o berrinches; ¡y lo logra!
*cuando hay piñata o reunión, las mamás de los amiguitos NO quieren invitarlo.
*pierde tiempo y no hace caso a la hora de partir a clases y por lo tanto llega tarde.
*tiene pocos amigos y los que tiene están con él porque le temen, o por amistad con la mamá.
*si él hace llorar a alguien…”fue sin querer, fue un accidente” pero no tolera que alguien por accidente le pegue y en ocasiones ni que lo rocen.
*se va a dormir a la hora que él desea, pues no hay quien pueda con él. (así lo confiesan los padres)
 
Se han imaginado… ¿cómo será este niño al llegar a la adolescencia?