Este artículo va dirigido a todos los padres que se encuentran ante la difícil tarea, que en esta época representa,  educar un hijo.

 -“¿a qué edad debo enseñar a mi hijo sobre la importancia de ser tolerante? es muy desesperado y  quiere salirse con la suya SIEMPRE,   donde esté  y con quién esté.  La verdad no puedo con él”    ---edad del niño…3 años.

__¿a qué edad?  -¡Desde pequeño!  y esto debiera ser,  antes de ingresar  al kínder.

La transmisión de valores debe empezar en edad  muy  temprana por lo que es fundamental el papel de padres y educadores.

Es un hecho  de que al  no poner límites en casa  e ingresar el niño al kínder, es en ese momento en que los padres se dan cuenta de que su niño es un problema,  no se adapta y lo reportan como  agresivo, intolerante, y muerde o rasguña si se le niega algo, etc.

 Debemos tener muy claro que no es culpa del niño, él simplemente quiere hacer su voluntad, tal como lo hace en casa, de hecho es confuso para él,  pasar de ser,  quien da las órdenes, a recibir órdenes. Un ejemplo de lo anterior, por increíble que parezca, niños de  edad preescolar sentados en el asiento del copiloto, o parados dentro del auto  o peor aun, sentados en las piernas del papá al volante y la excusa de los padres  es;  “si no acepto, llora, se enoja y no se callaría en todo el camino.”  La pregunta es; ¿y si llora todo el camino, qué podría pasar?  ¿cuántas veces reaccionaría  así?  ¡pocas!, porque pronto se daría cuenta que usted no va a  ceder.

Si se cede en casos como el anterior… (comprometiendo la integridad física del niño)  ¿ qué no aceptarán los papás  con tal de que no llore o haga un berrinche en cualquier otro tipo de situación?

Lo anterior sucede porque niños como el del ejemplo, fueron educados en un ambiente muy permisivo y sin límites, y al ingresar a la escuela, donde sí hay reglas; el niño simplemente no encaja.

Esto no sólo se observa  en niños, también en adolescentes, donde sus padres confiesan “no sé en qué  fallé, sólo he luchado para que sea feliz” _Ahí está el error, se debe luchar para que los hijos  sean  hombres de bien; (tarea muy desgastante)  y  la felicidad les llegaría  por consecuencia.

SUGERENCIAS- recuerde que usted es la autoridad. Hoy los papás quieren ser amigos de sus hijos, endosando (no se sabe a quién) la responsabilidad de educarlos.

Aprenda a corregir;   no vuelva a pedir… “por favorcito… obedéceme,  o haz la tarea, o ya vete a dormir, etc “ se da la orden sin el “por favorcito” _¿o así se lo pedían a usted?

Dejar de premiar por cosas que son SU obligación; hacer la tarea, bañarse, comer,  irse a dormir temprano, tratar bien a los hermanos, etc.

Asegúrese por unos días, que traiga toda la tarea anotada. Si es necesario,  vaya a hablar con su maestro DIARIAMENTE para que al darle pena al niño, no vuelva a fallar. (esto es muy común en Primaria)

Si no se toman las medidas señaladas arriba;  los papás volverán a cursar primaria y  secundaria con el hijo, porque  el niño NUNCA anotará sus deberes escolares y los papás para que no quede mal  o no saque malas notas, harán los deberes  por él, perpetuando la costumbre…¿hasta prepa?

Al niño NO se le debe dar TODO lo que pida, recordemos que la frustración nunca ha matado a nadie y SÍ fortalece.

Nunca será tarde para bien educar a un hijo, porque quien crece en una familia que nunca pudo con el manejo de límites, los niños van adquiriendo poder sobre la familia y al ver que les funciona esa  actitud, van  haciéndola extensiva a su escuela y es ahí donde va creciendo en control y en poder y así es como se va forjando un bully.

Es por lo anterior que los padres debemos dejar de temer al ¡NO! Y usarlos cuantas veces sea necesario, ya que si no lo hacemos…

Exigirá que sus deseos se cumplan SIEMPRE

Pronto lo etiquetarán como niño problema

Será expulsado de varias instituciones.

…y se convertirá en un bully más.

***La autoridad no la puede ejercer un menor de edad, para eso está el adulto ... usted.

*** tenga presente que,  para modificar  positivamente  la conducta de un niño, no hay que ser  severos, sólo consistentes…  ahí está la clave.

 

 Profra. Migdalia Sierra